Un tiempo para pensar y hacer

Creando líneas es una expresión de ideas, opiniones, encuentros y viajes de ida o vuelta donde cada uno aprenderemos.
Un camino abierto hacia un horizonte en positivo.
Reflexión, humor, historias, curiosidades e imágenes se irán sumando a este cuaderno de viaje.

jueves, 28 de abril de 2011

El contenido es el rey, y que dure...

Las redes sociales nos permiten crear vínculos de ideas, proyectos y sentimientos con otros usuarios. Cada vez estamos más informatizados y una conocida consola ya nos anima a tener una mascota virtual, eso si con 15 razas a escoger.

Cuando se trata de asociaciones sin fines de lucro se trata de sensibilizar más allá del día anual de recordatorio y la mayoría se han unido a esta forma de dar publicidad a eventos y captación de socios. Por ello, en esta galaxia de información diaria el bombardeo de información es continuo y alcanzar aunque sea la cola de ese tren es cuando menos una carrera de fondo a velocidad de vértigo.

En este camino se impone la creación de una estrategia de comunicación online que nos garantice el retorno de resultados. Las herramientas para alcanzarlos son nuevas a diario y sólo queda escoger la más adecuada para el fin propuesto. Sólo por hablar de Twitter hay métricas que incluyen desde saber nuestra influencia como marca hasta los followers que nos abandonan.

Estoy convencida que los periodistas tendemos a ser instrumentos necesarios en este engranaje de la estrategia digital pero da la impresión que esta profesión es cada vez más tecnológica y menos humanista, al menos para los que llevamos 20 años en este mercado. También para nosotros supone una carrera pasar del trabajo en los medios de comunicación convencionales a ser uno más en las redes sociales, con suerte creando contenidos en alguna de ellas como freelance.

domingo, 10 de abril de 2011

Vender una vivienda sin morir en el intento

Me sumo al grupo de españoles que han tenido que vender esa vivienda soñada por años. Ya pasa un año desde que decidí venderla por causas personales y tras pasar de la venta directa sin apenas resultas cedí a la intervención de las inmobiliarias.
No dudo que hay profesionales del sector pero me da la sensación que la intermediación está llena de desconocimiento, incluso en algunas ocasiones he tenido que investigar por mi cuenta tramitaciones y procesos que estos profesionales deberían tenerlos claro. Si a esta circunstancia le sumamos la competencia feroz que están haciendo promotoras, bancos y cajas, por salir de inmuebles colgados en el mercado, resulta casi imposible vender una vivienda a un precio que te permita pagar la hipoteca que debes y salir con algo en el bolsillo.
Si antes de este verano logro salir de este calvario burocrático y la vendo me puedo graduar de asesora inmobiliaria. Eso si no se me ocurrirá volver a comprar otra vivienda en el futuro. Alquilar será mi premisa desde ahora. Sin duda es más barato y cuando me canse de los vecinos, el barrio o las vistas, haré las maletas y a cambiar de aire.

lunes, 28 de marzo de 2011

Tiempo de búsqueda

Desde que me encuentro sin trabajo el tiempo parece avanzar más lento. Las mañanas discurren entre la búsqueda de una nueva oportunidad en las múltiples webs, twitter y noticias del mercado laboral pero el horizonte se hace lejano. Cuando te encuentras con más de 40 años en la lista del desempleo parece que nada se adapta a tu experiencia, los cursos de formación ocupacional se hacen demasiado generalistas y los puestos de trabajo requiere cada vez más especialización.
La sensación es que para volver a entrar en el engranaje laboral necesitas aprender desde nuevas tecnologías, marketing, diseño web hasta un master en negocios para poder encontrar un espacio en este panorama tan complicado. Sin olvidar un altísimo nivel de inglés y otros idiomas a ser posible.
Ante este escenario resulta complicado formarte en el menor tiempo posible sobre todo por la escasa oferta formativa y que no suponga un descalabro financiero. El problema radica sobre todo en que la formación de nuevas tecnologías de calidad que es escasa y más bien inaccesible al bolsillo de un desempleado.
Como ejemplo está un curso de community manager donde se presentan 100 personas, sólo hay 15 plazas en total y unas 4 sólo se destinan a desempleados, el resto para trabajadores en activo. Hablamos de un curso en Málaga capital porque en el resto de la Costa del Sol ni se piensa en crear cursos de este estilo.
Mientras las fórmulas de reciclarse profesonalmente se basen sólo en cursos de administrativo, operaciones de hostelería y algún curso de idioma básico mal vamos con la diversificación del mercado de trabajo y sobre todo de reinsertarse laboralmente.